¡Un gran saludo a todos nuestros fantásticos lectores! Aquí Wolfwood entrando nuevamente en escena para ofrecerles una humilde revisión personal acerca de variadas obras orientales de animación digital tanto clásicas, como a su vez contemporáneas. Es de esta forma que hoy les traigo una verdadera joya que causó real furor gracias a su estreno hace aproximadamente tres años, esta notable cinta rebosa adrenalina y acción pura al lograr traspasar de manera espectacular todas las sensaciones relacionadas a velocidades extremas junto a emociones radicalmente intensas que no dejan al espectador dar un solo respiro; damas y caballeros para todos ustedes simplemente…»¡Redline!»
Estrenada a mediados del 2009 a manos del afamado estudio Madhouse junto a la dirección de Takeshi Koike (partícipe en trabajos como «Memories», «Samurai Chaamploo» y «The Animatrix», entre otros), este filme nos narra la historia de una galaxia sumida en las carreras automovilísticas dentro de un futuro distante. Cada cinco años se lleva a cabo la más grande y peligrosa carrera existente llamada «Redline», la cual se celebra en una locación desconocida hasta el último momento y esta basada en un solo precepto: no existen reglas, lo único que importa es llegar primero a la meta.
En esta ocasión la carrera será llevada a cabo en el planeta conocido como «Roboworld», sin embargo los dirigentes de aquel mundo no tienen la menor intención de permitir que tan desastrosa competencia se lleve a cabo en sus tierras; es dentro de este escenario que nuestro protagonista llamado JP se hace presente como uno de los pocos participantes que se basa únicamente en la velocidad y técnica para tratar de ganar (a diferencia de la mayoría quienes no dudan en utilizar armas de todo tipo).
Encontrándose en las calificatorias para la gran carrera Redline nuestro protagonista es derrotado por Sonoshee McLaren, una bella y talentosa conductora la cual se sitúa como una profesional a temer; sin embargo esto solo conlleva a que JP comience a interesarse más de la cuenta por aquella seductora mujer. Es a partir de estos eventos que JP y Sonoshee deberán sobrevivir a la carrera más mortal en vigencia y al mismo tiempo cuidarse de los esfuerzos realizados por los habitantes de Roboworld para detener la competencia utilizando todos los medios necesarios.
Adentrándonos en los aspectos técnicos el nivel de detalles y fluidez en las animaciones es de primer nivel tal y como es costumbre al hablar de Madhouse, sin embargo a este respecto lo que más destaca es el profundo trabajo que se dedico en el apartado creativo para lograr transmitir audiovisualmente todas las sensaciones de velocidad explosiva que se encuentran presente de manera constante a lo largo de la cinta; literalmente nos deja sin aliento.
La historia se encuentra suficientemente elaborada y junto a la particular forma de relatarnos los hechos nos es posible vernos inmersos en la trama sin darnos cuenta, aunque debo admitir que los eventos finales transcurren más velozmente de lo recomendado. Finalmente la banda sonora a cargo de James Shimoji es otro elemento a destacar, utilizando mezclas electrónicas de alta intensidad y marcado ritmo el apartado sonoro se alza como una de las sólidas bases que permiten elaborar aquella atmósfera de adrenalina desbordante muy exitosamente para así procurar que los espectadores se encuentren al borde del asiento a lo largo de todo el filme. Si son amantes de las emociones fuertes no dejen pasar la oportunidad de revisar este trailer e interesarse más por el mundo de «Redline».
Sin nada más que agregar me despido por esta ocasión, cabe mencionar que dudas y/o comentarios son más que bienvenidos como es lo usual.
¡Hasta la próxima!
Imágenes y Vídeo: © 2009 Madhouse