Tal vez existan razones reales para este fenómeno, pero el hecho es que por alguna razón se nos ha inculcado a los mexicanos el mito de que “comprar en Internet” es más inseguro que ir caminando en un callejón oscuro a las 3 de la mañana. La realidad es un tanto diferente, ya que si tienes la paciencia para aprender y las precauciones necesarias se vuelve una actividad interesante, sencilla y que te permitirá comprar cosas que no encuentras en las tiendas locales a precios relativamente buenos.
Y dado que en México la distribución del Anime no es la mejor del mundo (algo que contrasta bastante con nuestro vecino del norte) las alternativas para conseguir artículos de nichos no tan populares se reducen a: 1) Pedirle a un familiar que te traiga algo “del otro lado” en estas vacaciones; 2) Importarlo tú mismo, que en este caso es lo que nos interesa.
Como advertencia, te digo que este artículo no es un manual de importación, si no algo compartir contigo mi experiencia (tanto buena como mala) para ayudarte a conseguir manga y anime de una manera más amena.
En esta primera parte veremos una manera sencilla de importar manga sin tener que complicarnos la vida, dado que estaremos usando un servicio que se encargará de envíos, impuestos y demás dolores de cabeza por nosotros.
1ra opción: “Gandhi”
Las librerías Gandhi en México son bastante conocidas por sus tiendas físicas, mas su librería virtual tiene una opción muy interesante, que es la de poder comprar libros originarios de Estados Unidos.
En este caso, mi experiencia consistió en comprar 2 volúmenes de un manga, y el envió desde EUA a mi casa solo fue de $50 pesos mexicanos por medio de Estafeta, por lo que ese proceso tiene un precio muy competitivo.
Pros:
- Facilidad de importación: Básicamente no te tienes que preocupar por contactar aduanas para los impuestos, buscar carriers ni nada similar, simplemente compras como si fuera otro libro local.
- Precio del Envió: Muy económico (arriba de $500 pesos es gratuito)
- Catalogó: Tiene muchas series de nicho como el manga de Oreimo, novelas de Haruhi y cosas muy especificas (como el manga de Jesús… no, no estoy jugando); Además tiene otros mangas populares del tamaño de Evangelion o Inuyasha, y películas como Paprika.
- Formas de pago: Gandhi actualmente vende tarjetas pre-pagadas en múltiples lugares, por lo que si tu temor es no tener (o no querer usar) tarjetas de crédito, esta alternativa es barata y fácil de obtener si eres estudiante. Además de esto, están las clásicas maneras de pagar como paypal o tarjetas bancarias.
Contras y cosas a tomar en cuenta:
- Catálogo en su mayoría en inglés: Dado que manejan casi solo producto norteamericano, no vamos a encontrar muchas publicaciones en castellano o para los puristas en Japonés. Mas viendo el lado positivo, es un excelente pretexto para ir aprendiendo y practicando el idioma anglosajón.
- Tiempo de entrega: Dependiendo de lo que pidas, esto puede llegarte en un par de días… o varias semanas. En productos importados el promedio es de 4 a 6 semanas.
- Series a «medias»: Muchas de la series publicadas no se encuentran completas, con esto me refiero a que si buscas una serie manga de 6 tomos, puede pasar que solo puedas conseguir del 1 al 4, dándote la tarea de buscar de manera tradicional los otros 2.
Esta tal vez sea una opción muy básica para usuarios avanzados, pero es un inicio que puede servir como primer escalón para todos aquellos que le tienen «miedo a Internet». En las próximas entregas de esta serie estaremos viendo como importar directamente de EUA o Japón sin intermediarios y otras formas menos automáticas, que en compensación nos ofrecerán un catalogo más amplio que vale el que sea un poco más compleja su importación.
Si bien existe el clásico dicho de «Si ya esta en Internet gratis, ¿para qué pagar por él?» En una época donde todo es digital, créanme que el tener un producto físico para tu colección personal… es simplemente fantástico, además que si a la larga aumentan este tipo de ventas en América Latina, cada día será más fácil conseguir este tipo de artículos.
Cabe recordar que esto lo estoy escribiendo a finales del 2013, por lo que en un futuro las circunstancias pueden ser muy diferentes.