«Enter the Anime» ( En español distribuido como «Las Mentes del Anime» ) es una de las producciones originales que salieron este mes en la plataforma de Netflix. Se trata de un documental, que trata de explorar un poco sobre el Anime y sus creadores.
La producción es un trabajo de la directora Alex Burunova. Desde el principio se nos aclara que ella no es alguien muy adentrada en la cultura otaku, por lo que usa el largometraje como una manera de descubrir más sobre la animación japonesa, ya que recientemente le ha llamado la atención… ese a la vez es el punto más fuerte y débil del documental.
«Enter The Anime» tiene alma de video de red social: rápido, personal, con efectos visuales a la Instagram, irreverente y lejos de sentirse como un documental ultra preparado, se siente como un video largo de una youtuber en una materia en la que es nueva, y lejos de ocultar su estatus de novato simplemente nos describe lo que ve desde su perspectiva sin aparentar ser experto.
Esto se va traducir en algo muy polarizante, al punto que conectes con este estilo, o te de pena ajena verlo si esperabas algo más formal. Pero su nicho de mercado es ése: Personas que no saben mucho del Anime y quieren saber más, en un formato similar al Vlog de un influencer.
El detrás de cámaras es muy común en producciones de Hollywood, pero en series animadas, la única manera de conocer más sobre el equipo de producción y casting, es en algún panel de convenciones internacional, una que otra entrevista traducida y poco más. Uno de los puntos fuertes del documental es el de entrevistar a personas involucradas en la creación de proyectos Anime, una faceta relativamente rara en occidente, que puede ser muy valiosa para los fans, al saber más de aquellos talentos que admiran.
Lamentablemente algo que le da un sabor agridulce al asunto, es que la mayorías de las entrevistas son con personas involucradas en proyectos que actualmente Netflix tiene en su catálogo. Esto bien se puede interpretar como una teoría conspirativa que el documental es solo un comercial interno para la compañía de streaming; pero siendo un más realistas, quiero asumir que al tener una relación establecida Netflix con varios estudios en Japón, el coordinar las entrevistas con ellos debía ser más factible para los creadores del documental.
Sea cual sea el caso, esto da como efecto secundario que se sienta que faltan creadores que han sido muy importantes para la industria (pero que no tienen su serie en la plataforma).
¿Entonces vale la pena? Si estás muy, muy adentrado en las series que tiene Netflix actualmente en su catálogo, y eres seguidor de contenidos estilo TravelVlog (en lugar del documental tradicional a la National Geographic) entonces es un complemento curioso para entretenerse en un espacio libre de tiempo, ya que solo dura poco menos de una hora.
Pero si esperabas un documental que cuente a profundidad la historia de la animación japonesa, estatus de la industria, cómo se hace una serie a detalle o sus matices sociales… no vas a encontrar mucho aquí. A falta de una palabra mejor se puede sentir un tanto «outsider» o superficial en momentos, con una perspectiva estadounidense muy marcada, que seguramente de manera accidental se puede interpretar como condescendiente.
Pero no sé hasta qué punto esas críticas sean del todo justas, ya que desde un comienzo se da a entender, que el documental está realizado por y para personas que apenas se están adentrando al mundo Anime y quieren una pizca más. Al final consigue mostrarle a esa audiencia meta entre «iniciante de anime-seguidor de vlogs» el híbrido que les interesa.
Aunque hay dos detalles que puedo criticar aún con su objetivo en mente: 1) Los tiempos fallan, algunas entrevistas con talento interesante son muy breves, y en otras el entrevistado tenía poco que agregar o aparecían preguntas irrelevantes dando la sensación de relleno. 2) La parecencia del logo de Netflix es excesiva, haciendo parecer al documental un coche Nascar.
Creo que está claro que esperaba un más de este documental, pero aún con mis críticas existieron entrevistas que disfrute. Y un lado bastante positivo, es que tengo la esperanza que si ayuda a lograr generar interés sobre la industria y las personas que trabajan en ella, tal vez así luego vengan nuevos trabajos del tema que logren tratarlo con más profundidad.