Con el tiempo Naughty Dog se ha consolidado como una de las desarrolladoras más talentosas del medio, no por nada, generación a generación han trabajado con las sagas más exitosas para Play Station.
Si bien es cierto que el estudio nos había acostumbrado en manejar una saga por generación, aún no conformes con crear las increíbles aventuras de Nathan Drake en Uncharted, ya en lo momento transitorio de generación fueron capaces de crear The Last of Us, titulo el cual se coloca como una de las joyas para despedir de la mejor forma posible al PS3.
‘The Last of Us’ narra la historia de Joel, un contrabandista que subsiste en un mundo convertido en un auténtico infierno, después de que años atrás una infección terminara con la mayor parte de la población e hiciera enloquecer a muchos de los supervivientes.
Ahora deberá iniciar un viaje de punta a punta de los Estados Unidos a cargo de Ellie, una joven adolescente, para cumplir una promesa. Abandonando la relativa seguridad de la zona de cuarentena, se verán inmersos en una lucha constante por cumplir su objetivo.
Anteponiendo la pura supervivencia a la acción más directa, ‘The Last of Us’ trae consigo una experiencia cinematográfica de lo más intensa e impactante. Una experiencia tan imprescindible como imposible de olvidar.
The Last of Us nos sitúa en un plano post-apocalíptico cuyo responsable de tal escenario es un hongo capaz de infectar a los humanos y reducirlos en criaturas carentes de sentido común.
Si bien es cierto que los chicos de Naughty Dog escogieron un fondo un tanto trillado, la experiencia creada a partir de este punto es notable pues no solo nos limitan a ver las consecuencias de dicha plaga, si no que nos muestran la misma evolución o adaptación de la raza humana ante tal panorama, sin embargo, el asunto no se queda ahí pues la trama elaborada con este plano en mente es simplemente sobresaliente y sin tapujo me atrevo a decir que es de las más maduras que te puedas encontrar en el medio.
The Last of Us es un juego crudo y no por eso me refiero a la violencia gráfica que pueda envolver al juego (la cual es bastante brutal). Más bien es remitirse a todas las emociones que fueron retratadas en el juego de forma excelsa y mejor aún, es ver la reacción que pueda provocar en el jugador ante tal estimulo.
Decirlo suena bastante fácil, pero realmente lograr que tu producto logre una empatía con el consumidor hasta el grado de hacer que este se involucre en un plano sentimental y hacer reciprocas las emociones que se transmiten es algo notable.
Vivir en un escenario como en The Last of Us no es nada fácil, como lo dice la descripción del juego, después de una infección causada por un hongo este provoca cambios en los humanos hasta el grado de deformarlos una vez contraída la infección.
El término “enemigo” queda completamente difuminado aquí una vez que contemplas y analizas el trasfondo del juego. Esto lo podemos ver perfectamente reflejado en diversas partes del juego pues merodear las zonas pobladas con los infectados simplemente notaras algo de forma inmediata, tu “enemigo” está sufriendo, lo sabrás de inmediato al ver los lamentos y movimientos mecánicos de estos seres.
Con el tiempo, la perspectiva que uno se crea de ellos cambia radicalmente, si eres inteligente aprenderás que como si fueran animales salvajes, si no los molestas no tendrás problema alguno con ellos, aunque claro, habrá casos en los cuales te será imposible no enfrentarse a los infectados.
Entonces, si no tenemos que preocuparnos demasiado con los infectados, ¿entonces quién es el problema aquí?, yo diría que los humanos. Es ciertamente curioso apreciar que aun en las más malas condiciones que uno se pueda encontrar, la humanidad nos demuestra que nuestros únicos enemigos somos nosotros mismos.
Aquí vemos que después de irse el mundo al demonio, la sociedad humana se ha divido en tres partes; el ejército, un grupo autodenominado como las luciérnagas y por últimos tenemos a los carroñeros.
Las leyes que rigen a la sociedad no existen más, tampoco está esa moralidad que dictaba lo que está bien y mal, aquí solamente hay un propósito latente en cada uno, el de sobrevivir y considerando el panorama actual del mundo, no importa los métodos para lograr tu cometido por lo que no es de verse mal implementada la regla de “el más fuerte sobrevive”.
Algo que realmente me agrado mucho de The Last of Us, es el hecho de poder escoger la forma en que uno juega. Si eres lo bastante paciente y perspicaz, los escenarios se transformaran en un juego de ajedrez en el cual tendrás que planear una estrategia y si es la correcta, habrás pasado el nivel, por así decirlo, sin ningún rasguño al igual que conservando tu preciada munición al igual que tus recursos.
¿Cómo lograr esto?, estudia los patrones de movimiento de los infectados u humanos, elimina sigilosamente a alguien que te pueda dar problemas, crea distracciones apoyado en señuelos sonoros.
Si lo tuyo es más lanzado a la acción, puedes probar suerte con el contacto directo, aunque prácticamente es un suicidio, esto no quiere decir que sea imposible el salir victorioso.
Es realmente interesante el probar las diversas estrategias por las que optar y así escoger la que más se adapte a ti.
El combate en The Last of Us está bastante bien diseñado, aunque no va mas allá a lo que podríamos experimentar en Uncharted o Tomb Raider. Este funciona por medio de coberturas, bajas silenciosas por medio de ahorcamiento o dagas, peleas con armas y una integración con el entorno pues gracias a las diversas botellas de vidrio al igual que tabiques esparcidos por los escenarios, podremos lanzarlos a diversos sitios para llamar la atención y así crear una vía de escape.
Respecto a nuestro armamento, tendremos una buena variedad disponible para nuestros gustos, desde pistolas, revolvers, escopetas, fusil, etcétera. Cada una de nuestras armas será posible mejorar a cambio recursos.
Como habíamos dicho, la forma en como planifiques tus combates será vital para padecer de munición o no. También la organización de tus recursos es importante pues gracias a los diversos materiales podrás crear desde botiquines hasta bombas molotov, y según la situación en que te encuentres, deberás escoger sabiamente que crear con tus materiales pues dictara si vives o mueres.
Algo que rompe un poco la veracidad del juego, es el modo escucha, una forma en la que Joel por medio de su sentido auditivo es capaz de ubicar la posición de los enemigos de forma exacta. Este modo rompe la magnífica atmósfera que se crea al estar en un lugar obscuro al igual que acompañado por los quejidos de los infectados. Basta prender esta habilidad para dejar atrás ese sentimiento de estar indefenso.
Afortunadamente, esta opción es algo que se puede desactivar por lo que si te gustan los desafíos, te recomiendo por completo que apagues esta modalidad y disfrutes de las atmósferas tan tétricas y tensas que presenta el juego y a la vez nos preguntan, ¿Qué tanto queremos que el género de los survival horror vuelva?
Hablar de The Last of Us no es una tarea sencilla debido a la complejidad del título. Es una experiencia que debe vivir uno en carne propia para comprender lo enorme que es el título, simplemente cada uno de sus apartados fueron pulidos de forma exquisita.
Tanto el aspecto sonoro el cual se funde de forma más que perfecta con la dirección de arte para crear una de las ambientación más redondas de la industria, pasando por un complejo e inteligente guion interpretado por personajes bastante carismáticos y entrañables que encajaran de inmediato con el espectador.
Simplemente, The Last of Us es una experiencia que cada poseedor de un PS3 está obligado a probar al igual que es el perfecto pretexto para hacerte con una.
Calificación: 10/10
Imágenes: © Naughty Dog