No hace mucho tiempo atrás, traje a ustedes “Las primeras impresiones” de un anime bastante peculiar por lo que pintaba en ese entonces, hablo de Maoyuu Maou Yuusha el cual nos relata la travesía que emprenderá el “Rey de los Demonios” junto al “Héroe”, todo a fin de buscar “lo que hay más allá de la colina”, una metáfora que expone que más allá de los terrenos conocidos hay paz.
Ahora, a partir de este punto comienza un largo viaje donde dos mundos están en pleno conflicto, el de los demonios al igual que el de los humanos, donde cada uno busca doblegar a su rival mostrando su superioridad frente al otro. Considerando esto, ¿es viable poder alcanzar lo que hay más allá de la colina?, pues si en dos mundos totalmente distintos están en plena guerra, halla la posibilidad de que exista alguna porción de terreno donde no esté presente dicha peste.
La respuesta a dicha pregunta es bastante lógica, por lo que para alcanzar dicho anhelo es necesario el buscar distintos métodos que suenan a lo inverosímil, el acabar con la guerra pero no solo limitarse a eso, sino también el evitar que exista algún perdedor.
Una meta que sin duda alguna suena a lo imposible.
Recordemos que cuando una civilización entra en conflicto con otra, al final, la que resulte ganadora no solo doblegara a su rival, prácticamente estará en sus manos el destino de la cultura perdedora; en este punto, la historia nos ha ofrecido un sinfín de ejemplos de lo que puede suceder después de esto, los cuales van desde pagar un simple tributo o integrarse a los vencedores en forma de colonia, de manera que produzca recursos.
Considerando ese “pequeño” inconveniente, la Reina Demonio buscara diversas formas junto al Héroe por lo que comenzaran los intentos por cambiar las cosas.
De aquí en adelante, los diversos temas que retratan el cometido deseado están más que bien implementados y desarrollados logrando así enriquecer de forma más que buena su trama.
¿Un anime hablando de economía?
Así es, la mayoría de historias, ya sean animes, series, películas, etcétera. Cuando su trama está basada plenamente en el tema bélico, ya sabemos que esperar, asombrosas batallas donde veremos como un batallón somete al otro y se corona como vencedor para llegar a un final en un trepidante climax, contrario a eso, Maouyuu Maou Yuusha nos expone una perspectiva bastante distinta a lo que uno esperaría, veremos cómo se desarrollan las guerras desde el tema económico.
La forma de cómo se relatan y describen los comportamientos de los mercados establecidos ante aquellos emergentes, el ver cómo funciona los sistemas de impuestos y aranceles para fortalecer la economía ante una opuesta que va en plena picada, el saber cómo funciona la inflación en tiempos de guerra, están más que perfectamente definidos y explicados.
A esta interesante ecuación, debemos agregar un elemento más, la iglesia y sus intentos por querer monopolizar el poder, los pensamientos, la libertad, la fe y un sinfín de aspectos más bajo su poder.
Y a todo esto, ¿Por qué una institución quería tener el control de estos temas?, fácil, por las riquezas que provee este sistema, que aunque pareciera que los temas se relatan en una época pasada, perfectamente podrían encajar en la situación política actual, aunque claro, con distintos actores en el proceso.
Bienvenidos al mundo ruin del capitalismo.
Pero claro, no todo en este mundo es malo, a veces, lo malo reside en la forma de ejecución de dichos procesos lo que hace a uno pensar, la diferencia entre prosperidad y riqueza.
Par de palabras que a primera instancia suenan igual pero sin duda alguna son bastante diferentes. Una persona puede poseer riquezas inimaginables, pero eso no quiere decir que es prospero. Este ejemplo puede verse perfectamente reflejado en tiempos de inflación, y más aún sobre el tiempo en que se mueve el anime.
En tiempo de hambruna, que vale más, un saco de oro o un saco de trigo, la respuesta es sencilla, aquella que te proporcione la posibilidad de evitar el hambre lo cual, en este caso surge la posibilidad de crear un sistema de doble moneda, lo cual permitiría el fortalecimiento de una economía en momentos de recesión.
Maouyuu no solo se limita a hablar de temas económicos, también toca otras áreas como la religión (claro está) y la susodicha “libertad”.
Con el pasar de los capítulos, veremos como el trabajo de la Reyna demonio, pondrá a temblar el sueño utópico de la iglesia, puesto que con la instalación de ella, en los reinos del sur, todos sus aportes provocaran que las naciones de dicha zona consigan poco a poco una independencia de la central, una clara representación a lo que en su día fue la santa inquisición. Al ver como su influencia empieza a decaer en dichos reinos, la central no le quedara más remedio que entrar en acción y proclamar a la reina demonio como una hereje al igual que decir que todas sus enseñanzas como conocimientos y obras son del demonio, un hecho que resulta bastante irónico.
Con todos estos antecedentes, se llega a un punto culminante en el cual, gracias a un más que arrollador e inspirador discurso brindado por uno de los protagonistas antagónicos, en el cual se habla de forma extensa sobre lo que es ser un ser humano y la libertad de actuar según nuestro criterio, se desencadenaran una serie de eventos que darán como resultado aquello que tanto se quiso evitar, la guerra.
En este punto, uno pensaría que vendría de forma casi inmediata las batallas, contario a eso, vemos que las batallas no solo se ganan con fuerza bruta, si no con estrategia.
Las batallas en este anime son contadas, puesto que desde un inicio se dio el hincapié de que veríamos la guerra desde otra perspectiva, pero no por eso quiera decir que son malas, contrario a eso, son más que buenas por que representa de forma excelsa lo que es el uso de estratagemas en plena batalla.
Hablando un poco de los personajes, es bastante sorprende el desarrollo que se logró dar tanto a los antagonistas como a los principales, aunque habrá algunos que realmente dejan mucho que desear.
Por un lado podemos hablar del comerciante de la alianza, un personaje bastante bien logrado pues logra desempeñar su rol de buena manera; se muestra tan audaz frente a cualquier situación, de la cual podrá sacar provecho alguno de la situación más desfavorable. De igual manera podemos resaltar a una de las ciervas-sirvientes, “la hermana mayor”, la cual con el paso del tiempo su rol se verá tan desarrollado e implicado con la trama principal, hasta el grado de considerarla como una protagonista principal.
De forma opuesta, aunque de casos contados, podemos sacar a relucir el personaje de la “princesa dragón”, pues en el manga se puede observar como tiene un mayor peso dicho personaje, al igual que es bastante inferior su diseño en el anime.
¿Y el final?
Bien es cierto que se dejaron los cabos suficientes como para dejar la espina de la inconformidad clavada, y a pesar de sentirse bastante forzada la trama en este punto para relatar los hechos de forma vertiginosa, en general, se logra el cometido por lo que se inició todo este embrollo, aunque puede que de forma temporal, el cual es dar con un momento de paz.
Para variar, un aspecto que sin duda falto por cerrar de mejor manera, fue el aspecto romántico, pues a pesar de que con el pasar de los capítulos, los momentos melosos no faltaron, falto darle una conclusión más precisa al final.
¿Habrá segunda temporada?
En el último capítulo dan los elementos suficientes como para poder pensar en ello, pero a la vez, el feeling que da dicho capítulo, todo apunta a que nos quedaremos con las ganas. Aun así, esperemos que pronto tengamos noticias de una posible continuación, pues a comparación de otros animes, la puerta está más que abierta para una segunda temporada.
Imagen: © Enterbrain, ARMS, Toi8.